Tres décadas de excelencia en 24 fotos: así ha evolucionado el interior del Mercedes Clase E

La evolución del automóvil ha sido imparable estas últimas décadas, y esta evolución es patente en el diseño de los habitáculos. Hoy en día, el foco es una gran pantalla central, donde se manejan todos los sistemas de información y entretenimiento del vehículo. Son diseños limpios, con pocos botones y superficies orgánicas. Nada que ver con las propuestas de los años 80, donde las líneas rectas y un número de botones a veces mareante eran la tónica general. En este artículo queremos hacer un repaso al diseño interior de los últimos 30 años, tomando como ejemplo a los siempre excelentes Mercedes Clase E.

Los años ochenta: el reinado de los Mercedes W124

La historia de los Mercedes Clase E comienza con los W124, aunque podríamos considerar sus antecesores directos a los W115 o W123, verdaderos incombustibles.

El Mercedes W124 ni siquiera se llamó Clase E hasta el año 1993. Para muchos es considerado el último Mercedes “de los de antes”.

Cuando Mercedes lanzó el W124 a finales de 1984, quizá no esperaban que el gran público lo asociara años después como el último de los Mercedes “de antes”. Coches construidos con criterios técnicos en mente, antes que económicos. Los ingenieros diseñaban el coche, lo construían, y después le pedían a márketing que le pusiera un precio acorde a sus coches. Parece mentira que muchos de estos coches, con 30 años en su haber, tengan interiores que apenas crujen y sigan teniendo un aplomo envidiable. Hay muchos casos documentados de versiones diésel que han superado el millón de kilómetros.

En los W124 la consola central estaba muy cargada de botones, y como marcaban los cánones de la época, estaba acabada en madera. Madera cuya laca ha sufrido el paso de los años, aún manteniendo la distinción de este material noble. Todos los controles del vehículo estaban ubicados en la consola central, a excepción del mando de las luces y la regulación de los asientos eléctricos, a la izquierda del volante y en las puertas, respectivamente. Aunque su diseño data del año 1984, sorprende lo actual que aún parece, con una ergonomía y aspecto que disimula a la perfección el paso de tres décadas.

Tras el lavado de cara, el Mercedes W124 estrenó diseños de tapicería diferentes y un volante de aspecto más moderno, entre otros cambios discretos.

La instrumentación de los W124 era todo un centro de información. Dada la ausencia de pantallas para equipos de infoentretenimiento, los relojes y diales proporcionaban al conductor toda la información que pudiera necesitar. Un extra muy desconocido y extremadamente exótico de los W124 era el “Reiserechner”, un planificador electrónico de viaje. Una especie de híbrido entre un navegador y un ordenador de a bordo, donde podíamos introducir tiempo y distancia al destino. Además de consumos, tiempo conducido o velocidad media, nos avisaba de forma acústica si nuestra velocidad superaba un límite establecido.

Años noventa: llegan los W210 y las primeras pantallas

Los Mercedes W124 estuvieron a la venta durante casi 11 años, y en junio de 1995, fueron presentados sus sucesores, los Mercedes Clase E de segunda generación, más conocidos como W210. Eran coches mucho más modernos a todos los niveles, y fueron coches donde la electrónica ya jugaba un papel fundamental. El salto generacional de los W210 era patente en su interior, con las clásicas curvas de los años 90, pero aún reteniendo parte de la filosofía de los W124, con una consola central de nuevo recubierta en madera, y muy profusa en botones. La gran novedad fue la incorporación del primer navegador.

Los interiores con asientos deportivos de las versiones AMG eran los más impresionantes, con velocímetros que superaban los 300 km/h.

El equipamiento fue estrenado en los Clase S, y pronto fue equipado por los Clase E. No tenía la presencia destacada de las pantallas de infotainment de hoy en día. Estaba situado en una posición muy baja, y tenía un aspecto primitivo. Casi parece que su incorporación al interior fuese ideada años después del diseño del interior. Otro detalle interesante es un volante de formas bulbosas – a partir del lavado de cara en 1999 – yun ordenador de a bordo, de serie en todas las versiones, integrado en la instrumentación. Mercedes también ofrecía múltiples tapicerías y acabados, dando opciones adicionales a la clásica madera de serie.

Un nuevo siglo, con más tecnología: los W211

En 2002, Mercedes lanzó al mercado la tercera generación de los Clase E, conocidos por su código interno W211. De su interior siempre me llamó la atención su instrumentación, con una pantalla de cristal líquido de forma redonda, ocupando el interior del velocímetro del coche. De su instrumentación siempre me llamaron la atención los indicadores verticales de nivel de gasolina y temperatura del agua. Su consola central ya fue diseñada con un espacio para un sistema de infoentretenimiento en mente, ubicado con protagonismo en posición central, aunque aún por debajo de los controles de la climatización.

Hasta la fecha, se han producido casi 12 millones de Mercedes Clase E. Su primera generación fue la más “escasa”, con “solo” dos millones de unidades vendidas.

Hubo varios equipos de infoentretenimiento, con pantallas en color de pequeño tamaño y pantallas de gran tamaño. En los Mercedes W211 se pudo equipar por primera vez una pantalla en sus plazas traseras, con televisión y posibilidad de visualizar DVD. Incluso en las versiones AMG – hubo un E 55 AMG equipado con un V8 Kompressor y un E 63 AMG con un motor V8 atmosférico de 6,2 litros – aún quedaban guiños al pasado de los Clase E, como un reloj de buen tamaño integrado en su instrumentación. El volante fue rediseñado con su lavado de cara, en 2006. Los Mercedes Clase E W210 se venderían hasta el año 2009.

Tiempos modernos: el Mercedes Clase E W212

Llegamos a épocas mucho más actuales con el Mercedes Clase E de cuarta generación, conocido como W212. Muchos afirman que fue un lavado de cara profundo del W211, actualizado a nivel de tecnologías y motorizaciones. Uno de los aspectos más revisados fue su habitáculo, donde su salpicadero tiene un aspecto moderno, aunque aún reteniendo su clásica instrumentación analógica, con multitud de información agrupada en cinco relojes de corte simétrico. En la parte superior del salpicadero la pantalla del sistema de infotainment ya tiene un lugar protagonista, con controles integrados en volante y consola central.

A los múltiples acabados se unen packs interiores firmados por AMG, con inserciones metálicas y asientos deportivos de diseño intrincado.

En 2013 el habitáculo fue rediseñado, y se equipo por primera vez una pantalla a color en la instrumentación, de nuevo en el centro del velocímetro. El volante fue rediseñado y por primera vez en la historia de los Mercedes Clase E, el reloj fue desplazado de la instrumentación a la consola central. Un pequeño cuarzo analógico pasó a ocupar el espacio entre las salidas de aireación central. También llama la atención la instrumentación, ahora con relojes mucho más profundos. La palanca del cambio automático – en las versiones automáticas – pasa a estar montada en la columna de la dirección.

Derroche tecnológico: los Mercedes Clase E W213

Los actuales Mercedes Clase E han sido una ruptura importante con respecto a los Clase E del pasado – ver prueba del nuevo Mercedes Clase E. Una nueva plataforma, nuevos motores diésel de cuatro cilindros y una nueva generación de motores de seis cilindros en línea son solo algunas de sus novedades, además de las más avanzadas asistencias a la conducción jamás empleadas por la marca. En el interior, lo primero que llama la atención es que su instrumentación es completamente digital, articulada en una pantalla de 12,3 pulgadas, contigua a otra pantalla de idéntico tamaño donde se muestra la información relativa al sistema de infoentretenimiento.

Las versiones Avantgarde de los actuales Mercedes Clase E aún usan una instrumentación tradicional, siendo la mayor parte de unidades completamente digitales.

El mando de este sistema de infotainment Command se ubica entre ambos asientos, en una consola central de aspecto minimalista. Contrasta la escasez de botones y sus líneas limpias con respecto a la profusión de botones de los W124, con los que se lleva la friolera de tres décadas. La palanca de cambios está ubicada en la columna de la dirección, ya que todos los Mercedes Clase E W213 emplean un cambio automático 9G-TRONIC de nueve relaciones. El único detalle clásico del Mercedes Clase E más tecnológico de la historia es ese pequeño reloj analógico de la consola central, un guiño a un pasado que parece muy lejano.

Fue originalmente publicado en: Diariomotor.com